viernes, 20 de noviembre de 2009

Corrupción, un asunto cultural

Juegos de Poder/Leo Zuckermann

Esta semana nos enteramos de una pésima noticia. De acuerdo a Transparencia Internacional, el Índice de Percepción de la Corrupción empeoró en México el último año. En 2008, el país se había ubicado en el lugar 72 de 180 naciones donde se realiza anualmente el estudio. En 2009 cayó al sitio 89 con una calificación de 3.3 en una escala de cero a diez (las puntuaciones menores denotan mayor corrupción y viceversa). En este tema, México está reprobado con una calificación peor que Brasil, Colombia, El Salvador y Guatemala.

¿Por qué persiste la corrupción en México a pesar de la transición a la democracia en su régimen político? La clave, me parece, tiene que ver con un asunto de valores.

Raymond Fishman y Edward Miguel, de las universidades de Columbia y California, realizaron una investigación para entender por qué una población representativa del mundo es corrupta o no. Nueva York es la sede de las Naciones Unidas. En esta ciudad viven cientos de diplomáticos de todo el mundo. La policía neoyorquina tiene la obligación de multar a los automóviles diplomáticos que están estacionados en lugares prohibidos. Pero las misiones diplomáticas no están obligadas a pagar dichas multas por la inmunidad que tienen. Pueden, a su antojo, respetar o no las reglas de estacionamiento de la ciudad.

Los académicos analizaron las infracciones por estacionarse en lugares prohibidos de los diplomáticos. Se trataba de una magnífica base de datos para estudiar un ambiente donde las violaciones a la ley, por definición, no se castigan. Observaron quiénes sí y quiénes no respetan las reglas a pesar de que no hay castigo. Fishman y Miguel encontraron que los diplomáticos de países con gran corrupción (basada en índices como el reportado esta semana por Transparencia Internacional) tienden a violar más las reglas de aparcamiento.

Se trata, al parecer, de un asunto cultural. Hay diplomáticos que sí respetan la ley sólo porque piensan que es lo correcto, y otros que no la respetan porque saben que no recibirán un castigo. Los diplomáticos que más violaron el reglamento fueron los de Kuwait (con un promedio de 246 infracciones por diplomático), Egipto (140), Chad (124) y Sudán (119). Un total de 22 países no presentaron infracción alguna, entre los que se cuentan el Reino Unido, Holanda, los Emiratos Unidos, Australia, Canadá, Colombia, Dinamarca, Ecuador, Grecia, Israel, Japón, Noruega, Suiza y Turquía. México quedó en el lugar 56 de 146 con un promedio de cuatro infracciones por diplomático.

Este trabajo comprueba la importancia de las normas culturales en el respeto a la ley y la existencia de la corrupción. Uno pensaría que, sin castigo, los diplomáticos aparcarían su automóvil donde se les pegue la gana sobre todo en una ciudad donde aparcar es un dolor de cabeza como en Nueva York. Pero no es así. Hay quienes sí respetan la ley sólo porque piensan que es lo correcto.

Se trata de un valor de la democracia: el del respeto a la ley. Estos años en que hemos vivido en un régimen democrático, los mexicanos no hemos podido establecer este valor. Por desgracia, en el país prevalece la vieja cultura autoritaria de que "el que no transa no avanza". Cotidianamente escuchamos casos de impunidad de aquellos que violan la ley, sobre todo los poderosos. No sorprenden, entonces, los niveles de corrupción.

La corrupción comenzará a menguar en México el día que los mexicanos, comenzando por los gobernantes, respeten la ley por una cuestión de convicción. De valores. La democracia tiene ese pendiente.

1 comentario:

  1. Este artículo me recuerda de inmediato al comentario que hizo el expresidente de Estados Unidos, Richard Nixon, durante las entrevistas de 1977 : "When the president does it, that means that it is not illegal".
    Que lamentable y creo que eso pasa no sólo en la política sino en la cosmovisión de las personas, en nuestro caso: "No hago esta tarea porque no vale".
    Aunque no me queda muy claro por qué está hablando de democracia, ¿que no las normas aplican para cualquier sistema político?

    ResponderEliminar