martes, 14 de diciembre de 2010

La cultura sin cultura

CÉSAR ANTONIO MOLINA 25/11/2010 El País

Los males que acucian hoy a la cultura universal son el consumismo, su conversión en mercancía. El poder de la inteligencia ha sido sustituido por el de los medios de comunicación. Todo es espectáculo

Cuando se acaba de leer La cultura-mundo, de Gilles Lipovetsky y Jean Serroy (Anagrama 2010, traducción de Promoteo-Moya), la desazón es terrible. Y lo es no por lo que se cuenta, ya sabido, sino por la constatación documental y fehaciente de los males que acucian hoy a la cultura. No a la cultura de uno u otro país, sino a la cultura universal invadida por la industria y el consumismo y cada vez más ajena a su función secular de explicar y entender el mundo. Una cultura sometida a los gustos del público y destinada al éxito inmediato, al consumo como una mercancía más. El lector transformado en consumidor mientras, el creador, el escritor o el artista, en simple productor de servicios.

El desencanto de la vida intelectual es cada vez mayor, se nos dice. El valor de la cultura ha sufrido en las últimas décadas una depreciación irrecuperable, los grandes maestros han desaparecido (Foucault ya lo avisó), las grandes obras están solo en el pasado y un amplio sector de la vida intelectual se ha entregado al funcionariado universitario y a la comercialización. Hoy en día, la pérdida del peso que tenían las obras literarias, artísticas o filosóficas en la esfera pública es una triste realidad.

El poder de la inteligencia ha sido sustituido por el poder de los medios de comunicación que fabrican más celebridades que los círculos de eruditos e intelectuales. Celebridades que opinan desde su incultura como si fueran sabios. Hoy se escucha más a un cantante, a un deportista, o a una estrella del star-system que a un intelectual. Así lo explican los autores, Lipovetsky y Serroy: "Desacralización del mundo de las ideas, eclipse de los guías del espíritu humano, desaparición del poder intelectual". El consumidor no ha gozado jamás de tanta libertad y tanta oferta para consumir productos efímeros, y si antes la cultura proporcionaba conocimientos imperecederos, hoy día la "incertidumbre" y la "desorientación" son los sentimientos que invaden nuestro mundo democrático en una transformación de dimensiones jamás sospechadas: familia, identidad sexual, educación, moda, tecnologías, alimentación.

La cultura humanista está hoy abandonada por jóvenes entregados al becerro de oro de las redes de comunicación. Cualquier respuesta la obtienen -o creen obtenerla- allí, en el poder cada vez mayor de la información sobre el conocimiento. O, si se prefiere, en el poder cada vez mayor de la economía sobre la cultura. Las industrias de lo imaginario, del entretenimiento, se alzan sobre los valores del espíritu, la meditación, la reflexión. Lo útil sobre lo inútil. La cultura se convierte en industria, en la forma de un complejo mediático-comercial que es el motor del crecimiento de las naciones desarrolladas.

Las exportaciones de la industria cinematográfica, audiovisual, editorial, los beneficios derivados de la enseñanza de las grandes lenguas, producen hoy tantos ingresos como cualquier otra industria. Y esos beneficios también conllevan mutaciones en la cultura. Al prestigio se le opone la rentabilidad; a la reflexión, la facilidad. El peso económico en la cultura la distorsiona, la infantiliza, la empobrece. El mundo hipermoderno, tal como lo estudian estos dos autores, está organizado alrededor de cuatro polos estructuradores que configuran la fisonomía de los nuevos tiempos: hipercapitalismo, hipertecnificación, hiperindividualismo y el hiperconsumo. Es decir, la fuerza motriz de la globalización económica, la universalización técnica, la respuesta del individuo frente a la masificación y universalización y, finalmente, el hedonismo comercial como felicidad.

En medio de esta cultura sin fronteras se alza la sociedad universal de consumidores, cada vez más anónimos, más satisfechos, más alienados. La cultura va perdiendo batallas y también la política. De ello se deriva el escepticismo y desconfianza hacia los políticos, el descenso de la militancia y la confusión de las identidades ideológicas. Internet es un peligro para el vínculo social, añaden los autores de La cultura-mundo, en la medida en que, en el ciberespacio, los individuos se comunican continuamente, pero se ven cada vez menos. En esta era digital los individuos llevan una vida abstracta e informatizada, en vez de tener experiencias juntos quedan enclaustrados por las nuevas tecnologías.

Al mismo tiempo, mientras el cuerpo deja de ser el asidero real de la vida, se forma un universo descorporeizado, desensualizado, desrealizado: el de las pantallas y los contactos informáticos. Lipovetsky y Serroy, por cierto, con dos años de anticipación, resumían perfectamente la espeluznante película de David Fincher La red social, basada en la invención de Facebook, un fenómeno social tan revolucionario como inquietante.

Fue la Escuela de Fráncfort la primera que habló, hace más de medio siglo, de industria cultural, refiriéndose a la reproducibilidad de las obras de arte destinadas a un mercado de mayor consumo. Adorno y Horkheimer ya nos previnieron de los males de la cultura masificada, aunque no se imaginaron los extremos sin retorno a los que llegaríamos. Aquella alarma se ha convertido hoy en una gran amenaza y, cada vez más, la cultura revolucionaria de creación que desprecia el mercado está siendo devorada inmisericorde por la cultura industrial, menos exigente, más accesible, menos elitista, más divertida, evasiva y conformista.

En una civilización así, ¿qué queda de los ideales humanistas sobre los que se levantó la cultura occidental? ¿Qué clase de ser humano producirá esta nueva civilización? El homo sapiens se ha transformado en pantalicus, absorbido por la televisión, por las pantallas de los ordenadores. El mundo existe por las imágenes que aparecen en la pantalla y los individuos lo conocen tal como se deja ver. La televisión cambia el mundo: el mundo político, la publicidad, el ocio, el mundo de la cultura. Hoy no existe más que lo que se ve en televisión, lo que ve la masa, lo que todos comparten. Es el triunfo de la sociedad de la imagen y sus poderes.

Frente a la oralidad, frente a la escritura, frente al pensamiento, la imagen aparece como un tótem absoluto. Y, mientras tanto, los escritores, los intelectuales, los artistas negociando sus derechos de autor a través de los agentes -exactamente como en la industria del espectáculo- y empujándose para estar en las listas de los más vendidos, que ya no son por fuerza los mejores. Un libro vendido equivale a un votante. Éxito, superventas, récords, firmas masivas: lo que no se vende ya no puede ser bueno. Las obras de arte acaban en las subastas, en el mercado más escandaloso, vulgar. Todo es ya espectáculo. Los museos-espectáculo, elevados al rango de objeto turístico de masas, semejan tan solo hipermercados apenas más refinados. Los museos, antes lugares de recogimiento, son hoy espacios para el bullicio y el aturdido turismo cultural. Las obras de los museos no se contemplan, se consumen. Hay un dato interesante aportado en La cultura-mundo: según una encuesta, un visitante medio pasa entre 15 y 40 segundos mirando El rapto de las sabinas de David; entre cinco y nueve segundos, La gran odalisca de Ingres. ¿Cuántos ante Las meninas o El Guernica? Y ante esa visión relámpago ¿qué conocimiento obtendrán? Sin embargo, los museos hoy solo son relevantes por el merchandising adquirido en sus tiendas.

¿Cómo salvarnos? Estoy absolutamente de acuerdo con la solución que dan los dos filósofos: solo la educación está a la altura del problema. Pero escuela y universidad no funcionan. ¿Es aún una tarea posible? La cultura, como valor espiritual, según aprendimos de Valéry, está en vías de extinción, destronada por la industria, el consumo y la mal llamada cultura mediática. Hoy, la lectura, y lo sé por mi propia experiencia docente, no está entre las preferencias de los estudiantes, si bien en el ordenador no paran caóticamente de leer y escribir. El mismo desinterés cunde en otras actividades culturales antaño masivas: teatro, cine, conciertos de música clásica y recitales. Como Lipovetsky y Serroy comentan, el capitalismo y el placer consumista han derribado a la cultura literaria y artística del pedestal en que estaba: en ese espectro ambiental "lo insignificante tiene ya valor cultural" y las jerarquías que no hace mucho distinguían la cultura noble de la cultura de masas han desaparecido. Este es el mar de las tinieblas en que navegamos. Siempre habrá náufragos que mantengan la memoria del origen, siempre alguien se librará y cuando eso suceda, la verdadera cultura permanecerá como tabla de salvación. El libro de Lipovetsky y Serroy es una llamada de atención desesperada, una muestra nada exagerada de que nuestra civilización sufre una crisis de valores de grandes proporciones.

martes, 23 de noviembre de 2010

Videología


Estudios solventes sobre la evolución de la Sociedad Red afirman que, en muy pocos años, el 90% de los contenidos disponibles en Internet serán imágenes audiovisuales. Por eso no extraña, aunque sorprenda, el dato abrumador sobre las más de 35 horas de contenidos por minuto que recibe YouTube cada día.

La pantallización de nuestra vida, la subordinación del relato a la cultura del videoclip, la oferta multicanal y multiformato de contenidos, hacen de lo audiovisual el hecho más consistente en la interpretación de la realidad. Si no es imagen, quizás no exista.

Tendemos a percibir y recordar lo nuevo o importante para nosotros: emociones y sensaciones. Acabamos pensando lo que sentimos. Y, para ello, son importantísimas las imágenes. Como dice Eduard Punset, son un elemento fundamental en los procesos cognitivos que buscan permanecer en la memoria. La razón es sencilla: son más fáciles de interpretar que las palabras.

En una sociedad desencantada con la política, saturada de información durante la campaña electoral, la mayoría de mensajes políticos no llegan. O mejor dicho, no se "oyen", no se "leen". Por eso la videopolítica ofrece una alternativa de notoriedad y receptividad nuevas para la comunicación política.

Asistimos a un auge de vídeos oficiales pero, también, anónimos, que prodigan mensajes cortos e imágenes originales, divertidas o solo sorprendentes o polémicas. La política-imagen sustituye así a la ideología. La videología permite tres cosas que la hacen irresistible: entretenimiento, viralidad, provocación.

La campaña catalana refleja muy bien esta situación. Más allá del acierto estratégico, la oportunidad o la calidad de algunas de las ofertas, refleja una cierta caducidad del lenguaje político formal y la irrupción de una ciudadanía sin complejos y sin sentimiento de culpa que se ríe de la política, muy en serio.

En el futuro, los partidos evolucionarán hacia organizaciones públicas concebidas también como productoras culturales de contenidos ideológicos, si quieren competir en una sociedad enriquecida por planos, secuencias, sonidos y efectos. La política que no hable el lenguaje audiovisual no tendrá audiencia. La oratoria se transformará en plasticidad sensorial si quiere seguir siendo el epicentro de la política democrática. Algún día la política será una canción, decía el poeta León Felipe. Ese día ha llegado. Con imágenes.

Antonio Gutiérrez-Rubí

jueves, 7 de octubre de 2010

Audiencias críticas y contra-ciberterrorismo

Mauricio Meschoulam -El Universal 07-10-10
La balacera había “comenzado”. Era una mañana de agosto. Según algunos tuiteros, el evento estaba teniendo lugar en Interlomas. El pánico había cundido. Supuestamente tres personas habían perdido la vida. Tuvo que salir Alfredo del Mazo, también por Twitter, a explicar que nada de eso estaba ocurriendo en verdad. Sólo sucedía, como lo constatamos más tarde, en una realidad virtual, profundamente conectada con nuestras emociones y con el contexto en el que nos hallamos inmersos. La discusión acerca del papel de los medios tradicionales en ambientes de violencia y su potencial labor en la construcción de paz es un debate imprescindible, pero desafortunadamente en ocasiones es rebasado por otro tipo de circunstancias originadas en espacios virtuales.

Ciberterrorismo no es necesariamente hackear los sistemas de la NASA o alterar las cuentas financieras de los bancos trasnacionales. Eso es sabotaje y se encuentra enmarcado dentro de crímenes, distintos a los que se viven en México. Si el terrorismo es un tipo de violencia que busca impactar una audiencia utilizando determinados instrumentos tales como la televisión y los diarios, el ciberterrorismo busca hacer exactamente lo mismo, propagar el miedo y el pánico, pero utilizando medios distintos. Es todo. La violencia ejercida puede haber sido física, pero también puede ser emocional. Es decir, se puede subir un video a YouTube, mostrando las imágenes que ciertas televisoras han preferido omitir, o bien, se puede enviar un mensaje a través de Twitter o de un blog que mande la señal deseada: “Nosotros, no el gobierno, estamos al mando”. Es por ello que aun en el caso (todavía remoto) de que los medios tradicionales consiguieran acuerdos para no brindar tiempo aire a la propagación del pánico, quedaría libre a los criminales toda esa esfera pública que es internet.

Comprender la naturaleza del fenómeno, sin embargo, nos brinda las armas para desbaratarlo. Hay actores que se están beneficiando de nuestra ignorancia y pasividad, y necesitan que seamos nosotros los que les hagamos la labor de propaganda. No se trata de apoyar una u otra postura acerca de las estrategias más eficientes de combate al crimen organizado; se trata de que nuestra opinión está siendo psicológicamente manipulada de manera intencional. El terror no se expande en el vacío. Hay emisores y receptores. Existen los canales y los espacios. Existe el uso del lenguaje, pero también el modo como éste se lee y se interpreta.
En distintos países este tema ha sido plenamente abordado. Las soluciones apuntan a la generación de audiencias críticas capaces de procesar de manera distinta lo que reciben. Esto normalmente comienza por las casas, las escuelas y las universidades, y consiste en incorporar lo que se conoce como pensamiento creativo y crítico en los sistemas educativos (Ruggiero, 2009). Es así como se genera el contraataque. La propuesta está siendo ampliamente discutida en el laboratorio de medios de la Universidad Iberoamericana.

El pensamiento crítico inicia retando nuestra habilidad para distinguir donde hay un tema de donde no lo hay. Afecta la manera como vemos un problema, el cómo lo analizamos y el cómo decidimos lidiar con él. Las audiencias críticas superan la pasividad y ponen en duda lo que reciben antes de retransmitirlo y contribuir a la propagación de pánico. Cuestionar el discurso no significa negarlo o afirmarlo de manera automática, sino contextualizarlo (Haidar, 2006): identificar quién es el emisor y bajo qué condiciones lo está emitiendo; descubrir cuáles son las circunstancias de su circulación, cuáles son las fuentes y cuál es su credibilidad; a quién está dirigido y con qué fines. Analizar un discurso implica desmenuzarlo, desactivar los “implícitos”, los “presupuestos” y los “sobreentendidos”; desentrañar los usos de lenguaje, la narrativa utilizada y buscar el sentido que se le está queriendo dar a lo que recibimos. Las audiencias críticas son capaces de determinar cuáles son los medios de comunicación (tradicionales o no tradicionales) que mayormente se apegan a los criterios estrictos de seriedad y buscan construir su opinión a partir de ellos y de su propio conocimiento de la realidad. Las audiencias críticas no premian los sensacionalismos y el estrés colectivo.

Esta es solo una de las batallas que podemos y debemos librar desde la sociedad civil para contrarrestar algunos de los efectos que estamos padeciendo. Hay muchas cosas que no están en nuestras manos. Pero ésta sí. Comienza en casa. Con nuestra familia. En nuestra cabeza. En una mirada al espejo.

Tuiteando la revolución

Manuel Rodriguez Rivero / El País


Tempestad en el cada día más transitado mundo de las redes sociales. Se trata de una nueva movida internética que coincide con el éxito de La red social, la película de David Fincher que pone a caer del burro de la honestidad a Mark Zuckerberg (1984), uno de los creadores de Facebook. El lema publicitario de la cinta resume el meollo del biopic: "No haces 500 millones de amigos sin hacerte algunos enemigos". Es decir, la sempiterna historia del triunfo de un tiburón en el país de la igualdad de oportunidades y tonto el último: trabajo, ambición y, sobre todo, pisar los callos necesarios para estar en el lugar adecuado en el momento preciso.

La nueva movida es más ideológica. En una reciente entrega de The New Yorker Malcolm Gladwell, el gurú de The tipping point (La frontera del éxito, Espasa, 2001) se descuelga con un provocador artículo en el que pone en solfa las potencialidades movilizadoras de Twitter, la red social por la que hoy, sin ir más lejos, se intercambiarán más de 65 millones de mensajes de menos de 140 caracteres. La inmensa mayoría de ellos servirá para que los usuarios informen a sus "amigos" acerca de "las pequeñas cosas que ocurren en su vida", es decir, en "el mundo real", según explica el vídeo informativo del sitio. Gladwell critica la extendida opinión de que Twitter se ha convertido en un instrumento imprescindible en la lucha por los derechos civiles, así como para movilizar a la gente contra opresores y dictaduras de toda laya. Su tesis, simplificada, es la siguiente: Twitter es eficaz para movilizaciones "débiles" y sin riesgo, pero no para las que implican compromisos "fuertes" y personalmente arriesgados, que requieren un tipo de comunicación menos virtual y más enraizada en la auténtica amistad y en la comunidad de ideas y sentimientos cotidianamente compartidos. Con ejemplos extraídos de la lucha por los derechos civiles de los afroamericanos y de agrupaciones más o menos revolucionarias y antisistema, Gladwell pretende demostrar que, en la lucha por objetivos políticos y sociales, la disciplina, el sentido de la jerarquía y la estrategia son ingredientes fundamentales, y estos no pueden obtenerse con el tipo de vinculación que propicia la red social. Resumiendo: el activismo de las redes solo tiene éxito "motivando a la gente a hacer las cosas que la gente hace cuando no está bastante motivada para llevar a cabo un verdadero sacrificio". Compromiso y motivación; estrategia y espontaneidad; disciplina y jerarquía. Inevitablemente a uno le vienen a la memoria los viejos debates sobre el modelo de organización revolucionaria que la izquierda mantuvo desde 1848 hasta hace bien poco.

La reacción de los tuiteros ha sido inmediata, tanto en su medio favorito como a través de blogs y redes sociales: desde quienes reiteran que Twitter es una herramienta revolucionaria que cambia las mentalidades, "haciendo consciente a la gente de lo que los Gobiernos pretenden hacer en su nombre", hasta quienes acusan a Gladwell de estar anclado en el pasado. La paradoja es que The Tipping Point, el superventas que le hizo famoso (dos millones de ejemplares vendidos en EE UU), trata precisamente de cómo lo que permite que un mensaje se propague como un virus y convierta su contenido en éxito (ideas, actitudes, productos) es la coincidencia de ciertas condiciones que tienen que ver con la persona que emite el mensaje, el modo de transmitirlo y las circunstancias que rodean la emisión. No estoy muy convencido de que las redes sociales sirvan para cambiar las cosas, pero les aseguro que, de ahora en adelante, haré más caso a esos mensajes no pedidos que llegan a mi ordenador preguntándome si quiero ser amigo del remitente. No vaya a ser que me esté perdiendo algo.

lunes, 23 de agosto de 2010

Comunicación en Crisis

Una nueva rama de la comunicación ha brincado a la escena en diferentes ambientes; político, corporativo, deportivo, editorial, etc. La comunicación en crisis es sin duda una disciplina que requiere anticipación, pues con el problema encima, no hay margen para improvisar. Los expertos señalan que únicamente hay que ejecutar el trabajo que se realizó previamente. Sobra decir que los recursos y las inversiones que se realizan en dicha materia, no son menores.

Les dejo un artículo del NYT el cual habla de muchos casos, a leerlo sin falta.

WHOEVER suggested that all publicity is good publicity clearly never envisioned the wave of catastrophe engulfing high-profile corporations over the last year, laying waste to some of the most meticulously tailored reputations on earth.

Toyota, celebrated for engineering cars so utterly reliable that they seemed boring, endured revelations that its most popular models sometimes accelerated for mysterious reasons. The energy giant BP, which once packaged itself as an environmental visionary, now confronts the future with a new identity: progenitor of the worst oil spill in American history. And the Wall Street icon Goldman Sachs, an elite player in the white-collar-and-suspenders set, found itself derided in Rolling Stone as “a great vampire squid wrapped around the face of humanity, relentlessly jamming its blood funnel into anything that smells like money.” Last month, Goldman agreed to pay $550 million to settle federal securities fraud charges.

“These were real reputational implosions,” says Howard Rubenstein, the public relations luminary who represents the New York Yankees and the News Corporation. “In all three cases, the companies found themselves under attack over the very traits that were central to their strong global brands and corporate identities.”

Image implosions, of course, haven’t been confined to the business world. The basketball wizard LeBron James found himself scorned as a narcissist after his nationally televised abandonment of Cleveland. Taped conversations of the Hollywood star Mel Gibson with his former girlfriend have secured him seemingly permanent billing as The Worst Guy Ever.

Aquí todo el artículo...

http://www.nytimes.com/2010/08/22/business/22crisis.html?_r=1&src=twt&twt=nytimes&pagewanted=all

viernes, 13 de agosto de 2010

Generación 2012: ¿electores?

Más de 8.5 millones de jóvenes serán nuevos votantes en el 2012 /Karla Garduño y Martha Martínez

En la elección presidencial del 2012, México tendrá el mayor número de potenciales nuevos votantes en su historia: 8.5 millones de jóvenes que habrán cumplido entre 18 y 20 años antes del 1 de julio. Es la cifra más alta desde el 2000 para este grupo poblacional, que a partir del 2015 comenzará a decrecer.

Pero eso no implica que todos esos jóvenes acudan a las urnas o siquiera se inscriban en el padrón electoral. Según datos históricos del Instituto Federal Electoral, desde el 2000, sólo unos 2.5 millones de jóvenes de 18 y 19 años cuentan con credencial de elector en cada elección federal.
El crecimiento de votantes potenciales que se ha dado desde el 2000 no se ve reflejado en el padrón. Por ejemplo, entre 2006 y 2009, los jóvenes entre 18 y 20 años pasaron de 7.9 a 8.1 millones; sin embargo, el padrón se redujo de 2.5 a 2.4 millones entre la elección presidencial y la intermedia.
A pesar de las campañas del IFE que cada año promueven la participación de los jóvenes, apenas un 40 por ciento de los nuevos votantes acuden a las urnas.
En la elección del 2003, el IFE se planteó llevar a cabo un análisis de la participación ciudadana a partir de la revisión de una muestra de más de 2 mil paquetes electorales. Los resultados revelan que de los 2 millones 200 mil 159 jóvenes entre 18 y 19 años que estaban en la lista nominal –que representaban un 3.4 por ciento–, votó el 39 por ciento (809 mil 97), porcentaje inferior al de la participación general, que fue de 41.1 por ciento.
Los que más votaron fueron los de 18 años (un 43.9 por ciento de la lista nominal), luego los de 19 (36.4 por ciento) y en el siguiente grupo de edad, de 20 a 24 años, la participación baja a 30.8 %
En el 2006, el IFE no pudo llevar a cabo el estudio porque los paquetes electorales todavía se encuentran en resguardo debido a las demandas judiciales que solicitan su apertura. El estudio del 2009 no ha concluido, pero según anunció el presidente del órgano electoral, Leonardo Valdés, éste se llevaría a cabo incluyendo variables sobre la anulación del voto.
Según la última encuesta nacional de juventud realizada por el Instituto Mexicano de la Juventud en 2005, la mayoría de los jóvenes tienen poco o nada de interés por la política. De los encuestados entre 12 y 29 años, 39.8 por ciento dijo estar poco interesado en la política y un 44.1 por ciento respondió que no le interesa nada. Las principales razones de su apatía eran el desinterés (38.8 por ciento) y la deshonestidad de los políticos (22.3 por ciento). Sin embargo, 6 de cada 10 dijeron que sí participarían en las elecciones y sólo el 2 por ciento dijo que no lo haría.

Por lo pronto el padrón electoral avanza en el registro de jóvenes votantes. Para julio de este año, contaba con 2 millones 903 mil 812, un incremento del 17 por ciento con relación al año pasado.

Bono demográfico y electoral
México tiene actualmente un bono demográfico que significa que su población madura o económicamente activa crece en relación con los niños y los adultos mayores. Según estimaciones de Conapo, la población madura (entre 15 y 64 años) constituía la mitad de la población en 1970; en el año 2000 representaba el 62 por ciento, y para el 2050 será el 68 por ciento; esto significa que la relación entre población activa e inactiva pasará de 1 a 2 en 80 años.
En 2012 se estará alcanzando uno de los picos más importantes del bono demográfico porque 2.9 millones de jóvenes cumplirán su mayoría de edad. Sumado a los 2.8 millones que tendrán 18 en 2011 y a los 2.7 que alcanzarán esa edad en 2010, se tiene el número de potenciales electores más alto de la historia: 8.5 millones.
En el 2000, hubo 7.3; en el 2003, 7.7 millones; en 2006, 7.9, y en 2009, 8.1 millones. Luego de la elección presidencial del 2012, esta cifra irá en disminución: 8.1 en 2015, 8.2 en 2018 hasta 7.6 en 2024.
Según Conapo, existen más de 33 millones 500 mil personas entre 12 y 29 años de edad, lo que equivale a 3 de cada 10 mexicanos.
Proyecciones de población indican que estos jóvenes representarán el grueso de la población en 20 años más, de ahí que de las oportunidades que ahora se les brinden en materia de salud, empleo, educación, desarrollo y esparcimiento dependerán las condiciones de la próxima generación de adultos.
"El bono demográfico representa una oportunidad única para prepararse para el futuro, ya que los resultados de esas inversiones son fundamentales para lograr el ahorro y los saltos productivos necesarios para hacer frente al aumento exponencial de costos que acompañará el envejecimiento ineludible de la sociedad", advierte la Comisión Económica para América Latina y el Caribe.
En México, sin embargo, no existe aún una política pública consolidada para que el País aproveche bien esta situación inédita.

Fuera de los planes
En México, existe un Programa Nacional de la Juventud, todos los estados, incluido el Distrito Federal, cuentan con instituciones especializadas y, desde hace 2 años, la Cámara de Diputados etiqueta recursos específicos para este sector en diversos programas, en 2010 suman alrededor de 150 mil millones de pesos.
Dichos mecanismos son similares a los primeros pasos de países como Brasil y España para hacer de sus jóvenes actores de desarrollo, pero un estudio del Observatorio Ciudadano de Políticas Públicas para la Juventud establece que en los documentos rectores de la política social del País, los jóvenes son prácticamente invisibles.
En el Plan Nacional de Desarrollo, sólo un objetivo está dirigido de manera directa a este sector.
En cuanto a los 18 programas sectoriales, que determinan las metas sexenales de cada Secretaría de Estado, de 16 que fueron analizados sólo la mitad contiene estrategias pensadas para los jóvenes: Agricultura, Desarrollo Social, Educación, Gobernación, Reforma Agraria, Salud, Trabajo y Turismo.
El Programa Nacional de la Juventud, presentado en 2008, no ha sido implementado en su totalidad. Por ejemplo, establece como objetivo la promoción de los derechos humanos, pero la CNDH no cuenta con una área o programa focalizado.
Gloria Alcocer, directora de la organización civil Fuerza Ciudadana y una de las autoras del estudio, señala que las acciones de la CNDH en materia de juventud son coyunturales y en muchos casos se llevan a cabo a petición de las organizaciones no gubernamentales que trabajan el tema.
El programa también contiene objetivos en materia de educación cívica, participación ciudadana y democracia, pero el IFE cuenta con sólo dos programas dirigidos a este sector: la consulta infantil y juvenil, que el año pasado no se hizo, y el concurso Una rola por la democracia.
A nivel federal, se están implementando alrededor de 30 programas sociales focalizados, en la mayoría de los casos se trata de becas de la SEP. Existen otros programas que están dirigidos a la población general, entre la que se encuentran sectores juveniles, pero se desconoce su número real.
El análisis de los presupuestos federal y estatales indica que en 2010 los recursos destinados a institutos juveniles ascendieron a más de 805 millones de pesos. Datos del Imjuve indican que, contando algunos programas generales, los recursos suman más de 150 mil millones de pesos.
Alcocer advierte que la falta de claridad en los recursos que se destinan a la atención de los jóvenes es un reto en materia de transparencia, ya que resulta prácticamente imposible monitorear cuánto del presupuesto de programas generales es destinado a la juventud y cómo se gasta.
Otro problema es que el trabajo de las instituciones de gobierno especializadas no ha sido evaluado a pesar de que muchas de ellas, como el Imjuve, tienen más de 10 años de existencia, por lo que no es posible saber si su trabajo es efectivo o no.

Ignorados por el Congreso
En la agenda del Congreso, los jóvenes tampoco tienen un papel importante. La directora del Imjuve, Priscila Vera, admite que un reto del instituto que dirige es lograr que los legisladores reconozcan a éstos como sujetos de derechos.
"Es lamentable que no haya una agenda legislativa para los jóvenes que, siendo la mayor proporción de este País, no estén representados en la agenda legislativa", sostiene.
Entre 2006 y lo que va de 2010, fueron presentadas cuatro iniciativas cuyo objetivo es ampliar las facultades del Instituto, promover la inserción laboral y prevenir actos de discriminación.
Todas las propuestas, dos presentadas en el Senado y dos en la Cámara de Diputados, se encuentran en la congeladora.
La no discusión de estas iniciativas ha generado que el Imjuve no cuente con mecanismos para obligar a las Secretarías de Estado y organismos autónomos a acatar sus recomendaciones.
Vera reconoce que la política para este sector depende en gran medida de la buena voluntad del Secretario en turno.
"Aunque somos el órgano coordinador de la políticas públicas, no contamos con las facultades suficientes para incidir en el presupuesto, para dar las recomendaciones, para hacer seguimiento... es un tema que tiene que estar en la agenda legislativa, que este Instituto tenga facultades suficientes para dar seguimiento, que no esté sujeto a la buena voluntad o a la capacidad de cooperación", sostiene.
La funcionaria señala que aún no se conoce si los jóvenes están teniendo acceso a los programas implementados, si éstos funcionan y si su operación garantiza que los recursos etiquetados por la Cámara de Diputados sean utilizados de manera correcta.
"Sí considero que se ha transversalizado (sic) el tema, que las Secretarías están atendiendo; lo que hace falta es ver la efectividad de los programas, si los jóvenes están teniendo acceso a ellos, si las reglas de operación son suficientemente claras para que los jóvenes tengan acceso", advierte.
Vera informa que el Consejo Nacional para la Evaluación de la Política Pública será el encargado de evaluar la eficacia de los programas de juventud; los resultados estarán listos a finales de 2011, es decir, un año antes de que concluya la actual Administración.
El Congreso tampoco ha iniciado la discusión sobre la necesidad de contar con una Ley General de la Juventud, necesaria para obligar a los estados a legislar sobre el tema. Tampoco ha impulsado la ratificación de la Convención Iberoamericana de Derechos de los Jóvenes.
Esta convención fue firmada por el Gobierno mexicano, pero su ratificación se encuentra pendiente desde hace 4 años. El documento es el único instrumento regional que aborda de manera específica los derechos de la juventud y ratificarlo ayudaría, entre otras cosas, a homologar el concepto de juventud.
Los gobiernos federal y estatales no han logrado ponerse de acuerdo en este punto: a nivel federal se establece que la juventud abarca de los 12 a los 29 años de edad, en los estados varía entre los 15 y 30 años. La Convención reconoce que esta etapa comprende de los 15 a los 24 años.

El bono en riesgo
Sebastián Ramírez, integrante de la Red de Jóvenes por los Derechos Sexuales y Reproductivos, advierte que no emprender acciones para terminar con las deficiencias de la política pública para jóvenes es un riesgo para el País.
Ramírez asegura que si bien el bono demográfico comienza en 2 años más, México está reconociendo demasiado tarde la importancia de invertir en la juventud, de ahí la importancia de emprender acciones inmediatas.
"El Consejo de Juventud español tiene 25 años, es decir, hace 25 años comenzaron a formar un espacio que articulara esfuerzos de la sociedad civil y el gobierno y generara diálogo con el Estado español; nosotros tenemos un Instituto con más de 10 años y no hemos podido articularnos y apenas se está reconociendo la importancia de invertir en la juventud, pero en las acciones de gobierno no se nota el compromiso", señala.
Si bien los jóvenes de hoy tienen mayor educación, 97 por ciento saben leer y escribir, datos de organismos nacionales e internacionales indican que este sector sigue enfrentando problemas de desempleo, salud, pobreza y acceso a la justicia.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia señala que de los 12.8 millones de jóvenes entre 12 y 17 años de edad, más de la mitad se encuentran en situación de pobreza y 1 de cada 5 tiene ingresos familiares y personales tan bajos que no les alcanzan para la alimentación mínima requerida.
Los jóvenes entre 14 y 29 años de edad representan el 53 por ciento de la población desempleada del País. El INEGI muestra que este indicador se incrementó en un 5 por ciento al pasar de un millón 255 mil desempleados en el primer trimestre de 2009 a un millón 300 mil jóvenes sin empleo en el mismo periodo de 2010.
De los más de 77 mil 500 presos que existen en el Distrito Federal y el estado de México, entidades con el mayor número de reclusos en el País, 48 por ciento son jóvenes entre 18 y 30 años de edad.
En materia de salud, además de los problemas "tradicionales" como el embarazo adolescente, que afecta a una de cada dos jóvenes, actualmente se enfrentan nuevos problemas como la obesidad. Según el Instituto Mexicano del Seguro Social, 25 de cada 100 jóvenes entre 16 y 18 años padecen algún grado de obesidad, por lo que el riesgo de desarrollar enfermedades propias de adultos, como diabetes, hipertensión arterial y trastornos cardiovasculares, es muy alto.

Oportunidad para redefinir
Entre el 23 y el 27 de agosto, México será sede de la Conferencia Mundial de la Juventud. El Imjuve, encargado de coordinar el evento, calcula que asistirán más de 100 delegaciones y ministros de Educación y Juventud de diversos países.
De este evento surgirá una declaratoria que se convertirá en el eje de la acción mundial de la juventud. Su contenido, según el Imjuve, ha sido desarrollado con las aportaciones de organizaciones civiles, jóvenes y autoridades que participaron en 22 foros de consulta nacionales y 3 consultas regionales en Europa, África y América.
El documento será dado a conocer el 27 de agosto próximo y será entregado al Consejo General de la Organización de las Naciones Unidas, que se reunirá en septiembre próximo para analizar los avances de los Objetivos del Desarrollo del Milenio.
El objetivo es lograr que la ONU reconozca que para avanzar en el cumplimiento de las metas es necesario que los gobiernos inviertan en su juventud.
La declaración incluirá los ocho Objetivos del Desarrollo del Milenio, además de temas como la cultura, la seguridad, el acceso a la justicia y los derechos humanos.
Para las organizaciones civiles que trabajan con jóvenes, la conferencia es una enorme oportunidad para que el Gobierno mexicano redirija sus políticas públicas para este sector y convierta a los jóvenes en actores estratégicos del desarrollo.

miércoles, 4 de agosto de 2010

Políticos y Twitter


15 Reglas que los políticos tienen que saber por Antonio Martinez Velazques @antoniomarvel



1.Lo estas poniendo por escrito: mientras escribes un mail, un post o un tweet, recuerda que (seguro) tienes cola que te pisen. Si no lo pondrías en una carta, no lo publiques.

2.Todo lo que haces online es permanente: internet no olvida, aún cuando borres contenido siempre hay una copia, un cache, un screenshot en algún extremo, ni modo #wegotYou.

3.Cualquier comentario online es publicar: antes para publicar debías pagar una editorial, contratar espacio en TV o acostarte con el dueño de la empresa (plop). Ahora con una computadora, un smatphone o un ipod puedes publicar, cada que presiones “enviar” aquello que dices tiene las mismas consecuencias potenciales que una conferencia de prensa o un boletín.

4.Las reglas offline también aplican: incluso si en internet no las rompes de manera estricta siempre habrá lapsos éticos que puedan hundir una carrera política, la diferencia es que aquí nunca se borra y está disponible en todo el mundo (por eso se llama World Wide Web).

5.Internet es copia: el internet hace que todo sea reproducible infinitamente y sin costo, aunque también puede ser alterado, usa esto a tu favor en lugar de verlo como un problema.

6.Nada en internet o twitter es off the record: una palabra, NADA.

7.Sé transparente y consistente: al ser una infraestructura de investigación, el internet le da a los ciudadanos la oportunidad de verificar cada cosa que digas en el twitter, así que piénsatelo dos veces antes de autoalabarte.

8.Internet AMA el vacio: si dejas preguntas sin contestar, promesas sin cumplir o información sin soporte, en algún extremo de la red siempre estará aquel con la respuesta que llene tus vacios. Se puede convertir en un espiral fuera de control.

9.No delegues: el twittear no se lo dejes ni al becario más entusiasta ni al experto, en serio, no funciona.

10.Piensa antes de tweettear: no pongas nada que debas explicarle al presidente de tu partido o que te cueste el puesto.

11.La democracia perfecta: internet es la democracia perfecta, cualquiera que decide participar en la red tiene voz. Así el inteligente, comprometido e informado tienen la misma voz que el ignorante, apático y opositor. Si bien no tienes que engancharte con el segundo grupo, si decides participar en la democracia perfecta, escúchalos.

12.No seas tan “chispis”: si algo no le va muy bien al internet (en las comunidades políticamente comprometidas) es el humor, la ironía o el sarcasmo, si no son necesarios evítalos. Además, por la rapidez de la información es fácil perder contexto (especialmente en twitter), ten cuidado con los statements que se vean rápidamente fuera de contexto (y que por consecuencia tendrás que explicar).

13.No mientas.

14.Y si seguiste los pasos anteriores y te volviste adicto recuerda: internet no sustituye a los demás canales. Los nativos digitales decimos que los medios tradicionales están acabado y los periodistas viejos lo contrario. Ambos estamos mal. Internet y medios tradicionales al día de hoy son cada vez más complementarios; herramientas como twitter ayudan a periodistas a encontrar fuentes y difundir historias mientras los medios tradicionales proveen el material que eventualmente se discute en twitter.

15.Experimenta: sí, todos lo están usando y ¿qué crees? No tienes que contratar un staff, prueba, comprométete con los ciudadanos y sus herramientas, con los nuevos electores, con todos.

martes, 15 de junio de 2010

Los goles también entran por las urnas

El impacto político del mundial / Andrés Oppenheimer

Como muchos de ustedes, estoy pegado al televisor viendo la Copa Mundial estos días. Pero mientras disfruto cada minuto del mayor espectáculo deportivo del mundo, no puedo evitar preguntarme si los resultados de la copa beneficiarán o perjudicarán a los gobiernos de varios países futboleros.

A juzgar por la historia, la Copa Mundial tiene un gran impacto de corto plazo sobre el ánimo de los países, creando un clima de euforia que permite a los gobiernos vanagloriarse de que todo marcha bien cuando a la selección nacional le va bien, y una depresión colectiva que tiende a ayudar a los partidos de oposición cuando los resultados del equipo son decepcionantes.

Tal como me lo recordó Ciro Murayama, profesor de economía de la Universidad Nacional Autónoma de México y analista futbolero, la dictadura militar argentina recibió un segundo viento cuando el equipo nacional ganó la Copa del Mundo de 1978. Por el contrario, el gobierno conservador español recibió un duro golpe cuando afirmó que ``todo va bien'' en el país, y la selección nacional cayó en la primera ronda del Mundial de 1998.

He aquí algunas de las próximas elecciones latinoamericanas que podrían ser influidas por los resultados del mundial:

• Colombia llevará a cabo la segunda ronda de su elección presidencial el 20 de junio, en la que se espera que gane fácilmente el candidato oficialista Juan Manuel Santos. Aunque Colombia no se calificó para la Copa del Mundo, gran parte del país estará viendo los partidos de ese día, en que el campeón actual, Italia, se enfrentará a Nueva Zelanda, y Brasil, cinco veces campeón del mundo, jugará con Costa de Marfil. Se prevé una gran abstención electoral, lo que --dada la eficiente maquinaria política de Santos -- perjudicara aun más al candidato opositor.

• Brasil celebrará sus elecciones presidenciales en octubre. La candidata de centroizquierda respaldada por el gobierno, Dilma Rousseff, y el candidato centrista opositor José Serra están empatados en las encuestas, pero una victoria brasilera en la Copa del Mundo indudablemente beneficiaría a la candidata del gobierno.
El motivo es simple: Brasil ya está pasando por un buen momento. Se espera que la economía crezca un vigoroso 6.4 porciento este año -su mejor desempeño en 15 años--, el país ha sido electo sede de la Copa del Mundo del 2014 y de las Olimpiadas del 2016, y el presidente Luiz Inácio Lula da Silva es uno de los líderes mas populares del mundo. Si Brasil gana el mundial, Lula podrá decir que Brasil está pasando por uno de los mejores momentos de su historia, y que hay que mantener el rumbo.

• En Argentina, la presidenta populista Cristina Fernández de Kirchner podría recuperarse de sus bajos índices de popularidad si la selección nacional gana el torneo.
``Si a la Argentina le va bien, Fernández de Kirchner obtendría un balón de oxígeno que no está obteniendo con su gestión política y económica'', me dijo Murayama. Pero para las elecciones presidenciales de octubre del 2011, ya se habrá esfumado gran parte del impacto del mundial, agregó.

• En México, la alegría popular por un buen desempeño de la selección difícilmente perduraría hasta las elecciones de 2012. Pero el presidente Felipe Calderón, quien asistió al buen partido de apertura de la selección mexicana, podría beneficiarse si a la selección nacional le va bien. Las celebraciones ayudarían a crear un clima de mayor optimismo en el país después de dos duros años de crisis económica y aumento de la violencia.

Mi opinión: el resultado de la Copa Mundial tendrá un impacto político de corto plazo en los países que tengan elecciones en los próximos meses. Eso significa que podría afectar las elecciones de Brasil, pero difícilmente impacte las elecciones de Argentina o México en los próximos dos años.

Pero tal vez el mayor impacto político del mundial será la ``ventana de distracción'' que abrirá para que algunos gobiernos decidan tomar medidas legalmente cuestionables mientras el resto del mundo está concentrado en el mundial.

Ya me puedo imaginar a los asesores de varios presidentes autoritarios o corruptos diciéndoles a sus jefes al considerar acciones de dudosa legalidad: ``¡Hagámoslo! Pero tenemos que hacerlo ahora, antes de que termine el mundial, para pasar más desapercibidos''.
Ya se está temiendo de que el presidente venezolano Hugo Chávez aproveche el momento para cercenar aun más la libertad de prensa, y para cambiar aun más a su favor las leyes electorales para las elecciones legislativas de septiembre. Y otros presidentes tratarán de hacer cosas similares.

De manera que mientras estemos consumiendo ávidamente la cobertura mediática del mundial --y gozando cada momento del mismo-- no dejemos de prestar atención a algunos líderes tramposos, que seguramente querrán aprovechar esta ``ventana de distracción'' para su propio beneficio.

viernes, 4 de junio de 2010

Mexico en el top ten..... de naciones con más fraudes

El Semanario/MÉXICO, junio 4, 2010.- México destacó como uno de los diez países en el mundo donde se realizaron más fraudes durante el 2008 y 2009, junto a Estados Unidos, Canadá, China, Malasia, la India, Inglaterra, Australia, Sudáfrica y Nigeria.

Un estudio de la Asociación de Examinadores Certificados de Fraudes (ACFE, siglas en inglés) señala que las organizaciones perdieron 2.9 billones de dólares -5% de sus ganancias totales- por este delito en ese mismo periodo.

Según el estudio, los fraudes realizados abundaron en el sector bancario o de servicios financieros, manufacturero, servicios y administración públicos.

La evaluación de los 106 países incluidos en el estudio, arrojó que una empresa tarda 18 meses para detectar un fraude ocupacional, y el tiempo de detección se incrementa entre más alta es la categoría del perpetrador.

Además señala que cuando son cometidos por los altos mandos y ejecutivos son 3 veces más costosos y más difícil de detectar.

El análisis se realizó con base en 1,843 casos en todo el mundo: 56% de los casos corresponde a EU, donde el promedio de pérdidas por fraude es de 105,000 dólares; Asia, con 16% de los casos y pérdidas promedio de 274,000 dólares y finalmente, Europa con 8.7% de las detecciones y pérdidas promedio por 600,000 millones de dólares.

América Latina tiene 3.9% de casos con pérdidas promedio de 186,000 dólares y 70 casos detectados, de los cuales, 20 se realizaron en México.
Finalmente, en África, Canadá y Oceanía las pérdidas rondan los 338,000 y 125,000 dólares.

Aquí el estudio completo
http://butest.acfe.com/rttn/rttn-2010.pdf

miércoles, 21 de abril de 2010

Peña Nieto y el glamour mediático


PEÑA NIETO "EL GOLDEN BOY DEL ESTADO DE MÉXICO"
Por Denisse Dresser.

El copete acicalado. La sonrisa diamantina. La novia famosa.. El Gobierno dadivoso. La publicidad omnipresente. La pantalla alquilada. La alianza del guapo y los corruptos. Los componentes centrales del modelo de competencia política que el PRI construye y con el cual logra ganar. Los ingredientes fundamentales de la estrategia que el PRI despliega y con la cual logra arrasar.

Una ecuación cuidada, perfectamente planeada: cara bonita + dinero + televisoras + publicidad + PRI dinosáurico = triunfo electoral. Una fórmula concebida en el Estado de México y ahora instrumentada exitosamente a nivel nacional. Una fórmula patentada por los artífices de la "experiencia probada", en busca de algo que puedan vender como "nueva actitud". El modelo bombón. El modelo "Golden Boy". El modelo Peña Nieto.

Con resultados a la vista y confirmados en esta elección. Distrito tras Distrito, Presidencia municipal tras Presidencia municipal, Diputación tras Diputación, Estado tras Estado. Corredores azules que se vuelven tricolores; bastiones panistas que pasan a manos priistas; territorios del PRD que dejan de serlo. Guadalajara y Zapopan y Cuernavaca y Toluca y Ecatepec y Tlalnepantla y Atizapán y Naucalpan. Tan sólo en el Estado de México, el triunfo en 40 de 45 distritos electorales.

El PRI, beneficiario del voto de castigo por una economía que se contrae más del 7 por ciento. El PRI, beneficiario de la inseguridad que la popularidad presidencial no logra remediar. El PRI, beneficiario de un PRD que se devora a sí mismo y un PAN que se traiciona a sí mismo. Pero más importante aún, el PRI beneficiario de la mejor inversión que ha hecho en tiempos recientes: la campaña publicitaria permanente que lleva a miles de mujeres a exclamar -en mítines de campaña- "Peña Nieto bombón, te quiero en mi colchón".

El "Astro Boy de Atlacomulco", una criatura concebida por la dinastía política más importante del País que ahora busca dominarlo de nuevo. El político Potemkin, producto de un entramado de intereses políticos y empresariales que combina la modernidad mediática para llegar al poder, con los viejos métodos para ejercerlo.

El mexiquense metrosexual construido con carretadas de dinero: por lo menos 3 mil 500 millones de pesos en cuatro años de autopromoción mediática descritos por Jenaro Villamil en su nuevo libro "Si yo fuera presidente: el reality show de Peña Nieto". El posible candidato presidencial, seleccionado, asesorado y adiestrado por personajes como Arturo Montiel y Alfredo del Mazo y Carlos Salinas de Gortari y ejecutivos de Televisa y muchas manos más que peinan el copete. Venden el producto. Posicionan la marca.

Enrique Peña Nieto, emulando a diario la estrategia salinista basada en la inauguración de grandes obras y el cumplimiento de pequeños compromisos. Promocionando a diario la lista de libramientos construidos, tractores regalados, apoyos económicos entregados.

Ejemplo de lo que Octavio Paz llamó el "Ogro Filantrópico"; ese Estado que no construye ciudadanos, sino perpetúa clientelas. Millones de mexicanos educados para vivir con la mano extendida, parados en la cola, esperando la próxima dádiva del próximo político. Como los 9 mil que se aprestaron a celebrar el cumpleaños de Mario Marín hace unos días y los 200 que hicieron cola para abrazarlo. Como aquellos para quienes la corrupción se vale cuando es compartida. Como aquellos que volvieron a votar por el PRI en el Estado de México, a pesar de las marrullerías de Arturo Montiel y las marometas llevadas a cabo por su sucesor para encubrirlo.

Enrique Peña Nieto, actor de un espectáculo continuo, perfectamente producido, escenificado y actuado en la pantalla más grande del País. El candidato de "El Canal de las Estrellas" que hasta novia le consiguió. El candidato que las televisoras hacen suyo y se encargan de edificar. Con promoción política disfrazada de infomercial; con paquetes publicitarios que incluyen la compra de entrevistas en los principales noticieros; con la cobertura de un romance que recibe más atención que la guerra contra el narcotráfico; con el silencio televisivo que se guarda sobre el caso de Atenco o los feminicidios en el Estado de México o cualquier tema controvertido que podría evidenciar las fauces del joven dinosaurio.

Hay un Plan de Trabajo que Televisa ha puesto en marcha y cuyas instrucciones Peña Nieto sigue al pie de la letra: te doy la pantalla desde la cual propulsarte y me das una Presidencia a la medida de mis intereses. Un trueque permanente de favores, dinero, gestión política a cambio de impunidad y promoción mediática.

Como advierte Julio Scherer García, la fórmula Peña Nieto es sencilla: comprar el tiempo en la televisión, corromper y corromper, mentir y mentir, aprender que a los aprendices se les puede y debe aprovechar. Todo para apoyar al joven muñeco, atractivo por su presencia física, a costa de la inteligencia y la pulcritud moral. Todo para que el poder regrese a las manos de la mafia. Todo para que el PRI vuelva a Los Pinos.

Denise Dresser

jueves, 8 de abril de 2010

De Periodismo y narcotráfico


ISMAEL 'EL MAYO' ZAMBADA
'Si me atrapan o me matan... nada cambia': El Mayo Zambada

En el mayor de los sigilos, bajo la exigencia de reserva absoluta que él respetó y respeta, el fundador de Proceso fue convocado a encontrarse con Ismael El Mayo Zambada. "

Julio Scherer García
04-04-2010




Ismael El Mayo Zambada y Julio Scherer.
Fotografía: Cortesía.

Tenía interés en conocerlo", le dijo el capo del cártel de Sinaloa, colega y compadre de "El Chapo" Guzmán. En el encuentro, que terminó en puntos suspensivos, El Mayo Zambada dejó un reto: "Me pueden agarrar en cualquier momento… o nunca"


Un día de febrero recibí en Proceso un mensaje que ofrecía datos claros acerca de su veracidad. Anunciaba que Ismael Zambada deseaba conversar conmigo.
La nota daba cuenta del sitio, la hora y el día en que una persona me conduciría al refugio del capo. No agregaba una palabra.
A partir de ese día ya no me soltó el desasosiego. Sin embargo, en momento alguno pensé en un atentado contra mi persona. Me sé vulnerable y así he vivido. No tengo chofer, rechazo la protección y generalmente viajo solo, la suerte siempre de mi lado.
La persistente inquietud tenía que ver con el trabajo periodístico. Inevitablemente debería contar las circunstancias y pormenores del viaje, pero no podría dejar indicios que llevaran a los persecutores del capo hasta su guarida. Recrearía tanto como me fuera posible la atmósfera del suceso y su verdad esencial, pero evitaría los datos que pudieran convertirme en un delator.
Me hizo bien recordar a Octavio Paz, a quien alguna vez le oí decir, enfático como era:
"Hasta el último latido del corazón, una vida puede rodar para siempre".
Una mañana de sol absoluto, mi acompañante y yo abordamos un taxi del que no tuve ni la menor idea del sitio al que nos conduciría. Tras un recorrido breve, subimos a un segundo automóvil, luego a un tercero y finalmente a un cuarto. Caminamos en seguida un rato largo hasta detenernos ante una fachada color claro. Una señora nos abrió la puerta y no tuve manera de mirarla. Tan pronto corrió el cerrojo, desapareció.
La casa era de dos pisos, sólida. Por ahí había cinco cuadros, pájaros deformes en un cielo azuloso. En contraste, las paredes de las tres recámaras mostraban un frío abandono. En la sala habían sido acomodados sillones y sofás para unas diez personas y la mesa del comedor preveía seis comensales.
Me asomé a la cocina y abrí el refrigerador, refulgente y vacío. La curiosidad me llevó a buscar algún teléfono y sólo advertí aparatos fijos para la comunicación interna. La recámara que me fue asignada tenía al centro una cama estrecha y un buró de tres cajones polvosos. El colchón, sin sábana que lo cubriera, exhibía la pobreza de un cobertor viejo. Probé el agua de la regadera, fría y en el lavamanos vi cuatro botellas de Bonafont y un jabón usado.
Hambrientos, el mensajero y yo salimos a la calle para comer, beber lo que fuera y estirar las piernas. Caminamos sin rumbo hasta una fonda grata, la música a un razonable volumen. Hablamos sin conversar, las frases cortadas sin alusión alguna a Zambada, al narco, la inseguridad, el ejército que patrullaba las zonas periféricas de la ciudad.
Volvimos a la casa desolada ya noche. Nos levantaríamos a las siete de la mañana. A las ocho del día siguiente desayunamos en un restaurante como hay muchos. Yo evitaba cualquier expresión que pudiera interpretarse como un signo de impaciencia o inquietud, incluso la mirada insistente a los ojos, una forma de la interrogación profunda. El tiempo se estiraba, indolente y comíamos con lentitud.
Las horas siguientes transcurrieron entre las cuatro paredes ya conocidas. Yo llevaba conmigo un libro y me sumergí en la lectura, a medias. Mi acompañante parecía haber nacido para el aislamiento. Como si nada existiera a su alrededor, llegué a pensar que él mismo pudiera haber desaparecido sin darse cuenta, sin advertirlo. Me duele escribir que no tenía más vida que la servidumbre, la existencia sin otro horizonte que el minuto que viene.
"Ya nos avisarán", me dijo sorpresivamente, "la llamada vendrá por el celular".
Pasó un tiempo informe, sin manecillas. 'Paciencia', me decía.
Salimos al fin a la oscuridad de la noche. En unas horas se cruzarían el ocaso y el amanecer sin luz ni sombra, quieto el mundo.
Viajamos en una camioneta, seguidos de otra. La segunda desapareció de pronto y ocupó su lugar una tercera. Nos seguía, constante, a cien metros de distancia. Yo sentía la soledad y el silencio en un paisaje de planicies y montañas.
Por veredas y caminos sinuosos ascendimos una cuesta y de un instante a otro el universo entero dio un vuelco. Sobre una superficie de tierra apisonada y bajo un techo de troncos y bejucos, habíamos llegado al refugio del capo, cotizada su cabeza en millones de dólares, famoso como "El Chapo" y poderoso como el colombiano Escobar, en sus días de auge zar de la droga.
Ismael Zambada me recibió con la mano dispuesta al saludo y unas palabras de bienvenida:

–Tenía mucho interés en conocerlo.
–Muchas gracias–, respondí con naturalidad.

Me encontraba en una construcción rústica de dos recámaras y dos baños, según pude comprobar en los minutos que me pude apartar del capo para lavarme. Al exterior había una mesa de madera tosca para seis comensales y bajo un árbol que parecía un bosque, tres sillas mecedoras con una pequeña mesa al centro. Me quedó claro que el cobertizo había sido levantado con el propósito de que el capo y su gente pudieran abandonarlo al primer signo de alarma. Percibí un pequeño grupo de hombres juramentados.
A corta distancia del narco, los guardaespaldas iban y venían, a veces los ojos en el jefe y a ratos en el panorama inmenso que se extendía a su alrededor. Todos cargaban su pistola y algunos, además, armas largas. Dueño de mí mismo, pero nervioso, vi en el suelo un arma negra que brillaba intensamente bajo un sol vertical. Me dije, deliberadamente forzada la imagen: podría tratarse de un animal sanguinario que dormita.
–Lo esperaba para que almorzáramos juntos–, me dijo Zambada y señaló la silla que ocuparía, ambos de frente.
Observé de reojo a su emisario, las mandíbulas apretadas. Me pedía que no fuera a decir que ya habíamos desayunado.
Al instante fuimos servidos con vasos de jugo de naranja y vasos de leche, carne, frijoles, tostadas, quesos que se desmoronaban entre los dedos o derretían en el paladar, café azucarado.
–Traigo conmigo una grabadora electrónica con juego para muchas horas–, aventuré con el propósito de ir creando un ambiente para la entrevista.
–Platiquemos primero.

Le pregunté al capo por Vicente, Vicentillo.
–Es mi primogénito, el primero de cinco. Le digo "Mijo". También es mi compadre.
Zambada siguió en la reseña personal:
–Tengo a mi esposa, cinco mujeres, quince nietos y un bisnieto. Ellas, las seis, están aquí, en los ranchos, hijas del monte, como yo. El monte es mi casa, mi familia, mi protección, mi tierra, el agua que bebo. La tierra siempre es buena, el cielo no.
–No le entiendo.
–A veces el cielo niega la lluvia.
Hubo un silencio que aproveché de la única manera que me fue posible:
–¿Y Vicente?
–Por ahora no quiero hablar de él. No sé si está en Chicago o Nueva York. Sé que estuvo en Matamoros.
–He de preguntarle, soy lo que soy. A propósito de su hijo, ¿vive usted su extradición con remordimientos que lo destrocen en su amor de padre?
–Hoy no voy a hablar de "Mijo". Lo lloro.
–¿Grabamos?
Silencio.
–Tengo muchas preguntas–, insistí ya debilitado.
–Otro día. Tiene mi palabra.
Lo observaba. Sobrepasa el 1.80 de estatura y posee un cuerpo como una fortaleza, más allá de una barriga apenas pronunciada. Viste una camisa verde cerrada al cuello y sus pantalones de mezclilla azul mantienen la línea recta de la ropa bien planchada. Se cubre con una gorra y el bigote recortado es de los que sugieren una sutil y permanente ironía.
–He leído sus libros y usted no miente–, me dice.
Detengo la mirada en el capo, los labios cerrados.
–Todos mienten, hasta Proceso. Su revista es la primera, informa más que todos, pero también miente.
–Señáleme un caso.
–Reseñó un matrimonio que no existió.
–¿El del Chapo Guzmán?
–Dio hasta pormenores de la boda.
–Sandra Ávila cuenta de una fiesta a la que ella concurrió y en la que estuvo presente "El Chapo".
–Supe de la fiesta, pero fue una excepción en la vida del "Chapo". Si él se exhibiera o yo lo hiciera, ya nos habrían agarrado.
–¿Algunas veces ha sentido cerca al Ejército?
–Cuatro veces. "El Chapo" más.
–¿Qué tan cerca?
–Arriba, sobre mi cabeza. Huí por el monte, del que conozco los ramajes, los arroyos, las piedras, todo. A mí me agarran si me estoy quieto o me descuido, como al Chapo. Para que hoy pudiéramos reunirnos, vine de lejos. Y en cuanto terminemos, me voy.
–¿Teme que lo agarren?
–Tengo pánico de que me encierren.
–Si lo agarraran, ¿terminaría con su vida?
–No sé si tuviera los arrestos para matarme. Quiero pensar que sí, que me mataría.
Advierto que el capo cuida las palabras. Empleó el término arrestos, no el vocablo clásico que naturalmente habría esperado.
Zambada lleva el monte en el cuerpo, pero posee su propio encierro. Sus hijos, sus familias, sus nietos, los amigos de los hijos y los nietos, a todos les gustan las fiestas. Se reúnen con frecuencia en discos, en lugares públicos y el capo no puede acompañarlos. Me dice que para él no son los cumpleaños, las celebraciones en los santos, pasteles para los niños, la alegría de los quince años, la música, el baile.
–¿Hay en usted espacio para la tranquilidad?
–Cargo miedo.
–¿Todo el tiempo?
–Todo.
–¿Lo atraparán, finalmente?
–En cualquier momento o nunca.
Zambada tiene sesenta años y se inició en el narco a los dieciséis. Han transcurrido cuarenta y cuatro años que le dan una gran ventaja sobre sus persecutores de hoy. Sabe esconderse, sabe huir y se tiene por muy querido entre los hombres y las mujeres donde medio vive y medio muere a salto de mata.
–Hasta hoy no ha aparecido por ahí un traidor–, expresa de pronto para sí. Lo imagino insondable.
–¿Cómo se inició en el narco?
Su respuesta me hace sonreír.
–Nomás.
–¿Nomás?
Vuelvo a preguntar:
–¿Nomás?
Vuelve a responder:
–Nomás.
Por ahí no sigue el diálogo y me atengo a mis propias ideas: el narcotráfico como un imán irresistible y despiadado que persigue el dinero, el poder, los yates, los aviones, las mujeres propias y ajenas con las residencias y los edificios, las joyas como cuentas de colores para jugar, el impulso brutal que lleve a la cúspide. En la capacidad del narcotráfico existe, ya sin horizonte y aterradora, la capacidad para triturar.
Zambada no objeta la persecución que el gobierno emprende para capturarlo. Está en su derecho y es su deber. Sin embargo, rechaza las acciones bárbaras del ejército.
Los soldados, dice, rompen puertas y ventanas, penetran en la intimidad de las casas, siembran y esparcen el terror. En la guerra desatada encuentran inmediata respuesta a sus acometidas. El resultado es el número de víctimas que crece incesante. Los capos están en la mira, aunque ya no son las figuras únicas de otros tiempos.
–¿Qué son entonces?–, pregunto.
Responde Zambada con un ejemplo fantasioso:
–Un día decido entregarme al gobierno para que me fusile. Mi caso debe ser ejemplar, un escarmiento para todos. Me fusilan y estalla la euforia. Pero al cabo de los días vamos sabiendo que nada cambió.
–¿Nada, caído el capo?
–El problema del narco envuelve a millones. ¿Cómo dominarlos? En cuanto a los capos, encerrados, muertos o extraditados, sus reemplazos ya andan por ahí.
A juicio de Zambada, el gobierno llegó tarde a esta lucha y no hay quien pueda resolver en días problemas generados por años. Infiltrado el gobierno desde abajo, el tiempo hizo su "trabajo" en el corazón del sistema y la corrupción se arraigó en el país. Al Presidente, además, lo engañan sus colaboradores. Son embusteros y le informan de avances, que no se dan, en esta guerra perdida.
–¿Por qué perdida?
–El narco está en la sociedad, arraigado como la corrupción.
–Y usted, ¿qué hace ahora?
–Yo me dedico a la agricultura y a la ganadería, pero si puedo hacer un negocio en los Estados Unidos, lo hago.
Yo pretendía indagar acerca de la fortuna del capo y opté por valerme de la revista "Forbes" para introducir el tema en la conversación.
Lo vi a los ojos, disimulado un ánimo ansioso:
–¿Sabía usted que "Forbes" incluye al Chapo entre los grandes millonarios del mundo?
–Son tonterías.
Tenía en los labios la pregunta que seguiría, ahora superflua, pero ya no pude contenerla.
–¿Podría usted figurar en la lista de la revista?
–Ya le dije. Son tonterías.
–Es conocida su amistad con "El Chapo" Guzmán y no podría llamar la atención que usted lo esperara fuera de la cárcel de Puente Grande el día de la evasión. ¿Podría contarme de qué manera vivió esa historia?
–"El Chapo" Guzmán y yo somos amigos, compadres y nos hablamos por teléfono con frecuencia. Pero esa historia no existió. Es una mentira más que me cuelgan. Como la invención de que yo planeaba un atentado contra el Presidente de la República. No se me ocurriría.
–Zulema Hernández, mujer d "El Chapo", me habló de la corrupción que imperaba en Puente Grande y de qué manera esa corrupción facilitó la fuga de su amante. ¿Tiene usted noticia acerca de los acontecimientos de ese día y cómo se fueron desarrollando?
–Yo sé que no hubo sangre, un solo muerto. Lo demás, lo desconozco.
Inesperada su pregunta, Zambada me sorprende:
–¿Usted se interesa por el Chapo?
–Sí, claro.
–¿Querría verlo?
–Yo lo vine a ver a usted.
–¿Le gustaría…?
–Por supuesto.
–Voy a llamarlo y a lo mejor lo ve.
La conversación llega a su fin. Zambada, de pie, camina bajo la plenitud del sol y nuevamente me sorprende:
–¿Nos tomamos una foto?
Sentí un calor interno, absolutamente explicable. La foto probaba la veracidad del encuentro con el capo.
Zambada llamó a uno de sus guardaespaldas y le pidió un sombrero. Se lo puso, blanco, finísimo.
–¿Cómo ve?
–El sombrero es tan llamativo que le resta personalidad.
–¿Entonces con la gorra?

lunes, 5 de abril de 2010

¿Puedo preguntar?

¿Cuál es el desenlace de la guerra contra el crimen en México? ¿En qué terminará? ¿Cuándo terminará? El País/SABINO BASTIDAS COLINAS



¿Será verdad que el que pregunta no se equivoca? ¿Sócrates lo volvería a hacer? ¿Se sostiene la duda razonable? ¿Preguntar es el verdadero camino a la sabiduría? ¿Es correcto escribir un artículo lleno de preguntas? ¿Cómo se sostiene un articulista con tantas dudas? ¿Son dudas individuales o dudas compartidas? ¿Encontrará el lector que un artículo lleno de preguntas era algo ocioso? ¿Descubrirá el lector que alguna le resulta interesante? ¿Será cierto aquello de que no hay preguntas tontas? ¿Se valen las preguntas incómodas? ¿Si escribo este artículo con puras preguntas servirá de algo? ¿Encontraremos alguna respuesta? ¿Ayuda en algo hacerse tantas preguntas? ¿Todas ya fueron hechas? ¿Muchas tienen respuesta? ¿Las respuestas que les dimos son correctas? ¿No vale la pena volver a preguntar? ¿Una pregunta correcta puede ayudar a encontrar la solución a un problema? ¿Es cierto que buenas preguntas, generan buenas respuestas? ¿Podremos hacerlas? ¿Quién debe contestarlas? ¿Lo intentamos?

¿Qué pasa en México? ¿Por qué el narcotráfico es un tema tan relevante? ¿Por qué se descomponen las cosas con tanta celeridad? ¿Por qué tanta violencia? ¿Por qué vemos esas escenas de crueldad? ¿Nos tenemos que acostumbrar a vivir así? ¿Por qué decapitados? ¿Por qué ejecutados todos los días? ¿Por qué balaceras en las calles? ¿Cuándo se va a acabar todo esto? ¿Dónde se perdió mi México pacífico y tranquilo? ¿Lo fue alguna vez del todo? ¿Qué hay debajo de tanta violencia? ¿Cuándo se nos descompuso tanto?

¿Es un problema sólo de México? ¿Es un problema global? ¿Somos vanguardia o retaguardia? ¿Somos excepción o tendencia? ¿Es un problema de México o es un problema de Estados Unidos? ¿Es un problema de México o de todo el continente? ¿Es un problema de México o de todo el mundo? ¿Hacia dónde va el mundo con las adicciones? ¿Lo relativizamos? ¿Nos acostumbramos? ¿La legalizamos? ¿La toleramos? ¿Sirve la moralina? ¿Somos prácticos?

¿En México es sólo el narcotráfico? ¿Por qué también vemos secuestros y extorsiones? ¿Por qué tanto México informal? ¿Por qué tanta piratería? ¿Por qué tanto contrabando? ¿Funciona el estado de derecho? ¿Es resultado de la impunidad? ¿Por qué menos del 2% de los delitos llega a cumplir una sentencia ejecutoriada? ¿No podemos arreglar eso?

¿Hasta dónde han llegado las mafias? ¿Quiénes la manejan al más alto nivel? ¿Hay empresarios? ¿Hay políticos? ¿Hay financieros? ¿A poco un negocio de tantos miles de millones de dólares lo manejan delincuentes de tan baja preparación? ¿Por qué el gobierno no se ha metido en serio con el dinero? ¿Dónde están las redes de lavado de dinero? ¿Por qué no se tocan las grandes finanzas del narcotráfico?

¿De dónde viene toda esta descomposición? ¿Por qué nos duele tanto lo que pasa en México? ¿Refleja el narcotráfico un problema mayor? ¿Se ha deteriorado el tejido social? ¿Es un problema de valores? ¿Es un problema más complejo de desintegración familiar? ¿Es un problema de oportunidades? ¿Es un problema del modelo económico? ¿Está relacionado con los 60 millones de pobres que tiene México? ¿Es un tema de educación? ¿Es un problema de desarrollo social? ¿Es un problema de salud? ¿Tiene claro el diagnóstico el Gobierno? ¿Tenemos una visión amplia? ¿Integral? ¿Humana? ¿Social?

¿El deterioro es real o es una imagen de los medios de comunicación? ¿Exageran los medios de comunicación? ¿Describir lo que pasada ayuda al narcotráfico? ¿No debemos decir lo que pasa? ¿Nos callamos para ayudar al Presidente? ¿Al ejercer la crítica ayudamos al narcotráfico o a la democracia? ¿Quieren que nos callemos? ¿Decir lo que pasa afecta a México? ¿El afán, la presión o la invitación a callarnos son actitudes democráticas? ¿La mala imagen del país la generan los cronistas o las realidades? ¿Ocultamos las imágenes de hoy? ¿Hacer preguntas es también hablar mal de México, señor Presidente?

¿Por qué casi 17,000 ejecutados en lo que va del sexenio? ¿Esos narcotraficantes son la minoría? ¿Hemos pensado en ellos? ¿Todos son malos? ¿Tienen familia? ¿Por qué optaron por ese camino? ¿Se van a acabar los malos? ¿Se van a matar entre ellos? ¿Tenían otras oportunidades? ¿Por qué nuestros jóvenes se drogan más pronto? ¿Por qué aumenta el índice de consumo entre las mujeres? ¿Por qué no combatimos con más fuerza las adicciones?

¿Por qué esas escenas de balaceras en las ciudades? ¿Por qué mueren cada vez más civiles inocentes? ¿Por qué murieron ahora dos estudiantes de posgrado y de excelencia del Tecnológico de Monterrey? ¿Por qué una niña en Morelia? ¿Por qué una empleada consular del gobierno norteamericano en Juárez? ¿Por qué un vendedor de tortillas que pasaba en bicicleta en Cuernavaca? ¿Por qué unos jóvenes en una fiesta en Juárez? ¿Cuándo nos toca?

¿La Estrategia del Presidente Calderón es la correcta? ¿Está de verdad convencido señor Presidente? ¿Cree que lo está enfrentando de manera correcta? ¿Que lo está haciendo bien? ¿No reconoce que se equivocó? ¿La única opción era militarizar? ¿Más armas en lugar de más programas sociales? ¿Piensa que no implica riesgos el crear una nueva policía federal que hoy tiene casi el mismo presupuesto que la Secretaría de la Defensa al inicio de su administración? ¿Esos nuevos policías están preparados? ¿Están disciplinados? ¿Son leales? ¿Es correcto gastar más dinero en militarizar? ¿Es un enfoque de derecha? ¿Es una visión democrática? ¿Sacar al Ejército era la solución? ¿Cuándo los vamos a regresar a los cuarteles? ¿Si esto se prolonga que puede pasar? ¿Cuáles son los escenarios? ¿Hemos cuidado a nuestro Ejército?

¿Esta es una guerra? ¿Es de verdad una guerra? ¿No suena absurdo? ¿Dónde está el frente? ¿Quién es el enemigo? ¿Dónde está? ¿Se vale hablar de una guerra contra el narcotráfico? ¿Tenía marco legal el Presidente de la República para actuar así? ¿Puede el Presidente declarar una guerra? ¿Puede haber una guerra sin suspensión de garantías? ¿Se han violado los derechos humanos con esta guerra? ¿Se han violado las garantías individuales? ¿Se ha violado la Constitución? ¿Puedo hacer otra pregunta? ¿Hay responsables? ¿Quiénes son los responsables? ¿Quién es el responsable único? ¿Quién es el responsable último? ¿Ante la historia? ¿Ante los tribunales?

¿Cuál es el desenlace de esta guerra? ¿En qué terminará? ¿Cuándo terminará? ¿Ya se atoraron? ¿Resultó una guerra absurda? ¿Fue producto del miedo y de la inexperiencia de un gobierno? ¿La guerra terminará en paz? ¿Hemos perdido el control? ¿Qué va a pasar con la democracia? ¿Se verá afectada? ¿Aguantará?

¿No era mejor optar por una estrategia más social y con visión de largo plazo? ¿No era mejor apostar por una reforma profunda a las instituciones? ¿No era mejor trabajar con la sociedad y de manera simultánea en todos los frentes? ¿No faltó liderazgo para convocar de verdad a toda la sociedad? ¿A todos los Gobernadores? ¿No debió haberse construido un gran acuerdo nacional, serio, que de verdad detonara la acción social? ¿No debió haber sido el comandante de esta lucha el Secretario de Salud o el Secretario de Educación? ¿El Secretario de Desarrollo Social o el Secretario de Agricultura? ¿No era mejor apostarle a la investigación y a la inteligencia de alto nivel? ¿No era mejor apostarle a la legitimidad del derecho y las instituciones de la democracia? ¿No había otras opciones? ¿No es evidente ya que la estrategia era la equivocada? ¿Van a reconocer que se equivocaron? ¿Cuándo?

¿Hay tiempo? ¿Qué sigue? ¿Qué va a pasar en México? ¿El próximo Presidente tendrá opciones? ¿Cómo terminará el sexenio? ¿Ya vimos lo peor? ¿Ya tocamos fondo? ¿Qué nos espera?

¿Preguntas ociosas? ¿Pertinentes? ¿Ha resultado aburrido? ¿Llegó algún lector hasta el final? ¿Son sólo preguntas? ¿Verdad que no? ¿Pasará algo? ¿Alguien se preocupará por responder? ¿Alguna pregunta?

¿Cuánto vale tu tuit?

"Tweets que alcanzan 12,000 dólares" www.prnoticias.com


Según la revista estadounidense Business Insider y la página sponsoredtweets.com, famosos y estrellas del deporte estarían sacando un rendimiento realmente interesante a su presencia en la red de microblogging: 12.000 dólares por 'tweet'.



Mencionar una marca o producto en el mensaje de 140 caracteres que caracteriza a esta red de microblogging puede ser un gran negocio si eres una estrella mediática y cuentas con miles de seguidores. Según este informe, algunos de los diez artistas y deportistas estadounidenses más famosos podrían estar embolsándose unos 10.000 dólares por 'Tweet'.


En este selecto grupo se encontraría, por ejemplo: la estrella de los realities de la televisión norteamericana Kendra Wilkinson que, a pesar de superar levemente el medio millón de seguidores, cobra casi 12.000 dólares por mensaje, o la modelo y actriz, Kim Kardashian que tiene tres millones dos cientos mil seguidores y el rapero y productor musical Soulja Boy que tiene más de dos millones seguidores y cobran 10.000 dólares por anuncio.


Otro de los tuiteros que aparecen en esta lista es Bethenny Frankel, especialista en dietética y famosa por sus programas de televisión y libros, con ciento diez mil seguidores viene a cobrar 3.000 dólares por 'tweet' patrocinado. Por su parte, la esposa del jugador de baloncesto Lamar Odom, Khloe Kardashian, que cuenta con más de un millón de seguidores obtendría 1.360 dólares por anuncio. El defensa de fútbol americano, Nick Mangold, se mueve por cifras parecidas (1.764 dólares) a pesar de no superar los quince mil seguidores.


En el rango que comprende de los 500 a los 300 euros se encuentran, el base del equipo Sacramento Kings de la NBA, Jon Brockman, Samantha Jhonson, compositora y DJ que dona esos ingresos a la caridad, y el jugador de fútbol americano Champ Bailey.

jueves, 4 de marzo de 2010

Sea Varón


Por Cosongo el 23 de Febrero 2010 4:56 PM

Todos los medios de comunicación reportaron el incidente entre Uribe y Chávez en Cancún, pero ninguno se refirió a lo más obvio: el "sea varón" es un insulto machista y provocador, usado comúnmente en bares y cantinas y ahora como frase diplomática en cumbres presidenciales.

Según la antropología del machismo, uno de los peores insultos que se le puede hacer a un hombre es cuestionarle sus "masculinidad", ¡comparándolo con una mujer! En el "sea varón" va implícito el "sea macho, no sea una hembra". El machismo es la ideología de la superioridad masculina que ve los rasgos de la personalidad femenina como inferiores o poco deseables.

Así define la Enciclopedia Británica el machismo:

"Es un orgullo exagerado en la masculinidad, percibida como poder, a menudo asociado con un sentido mínimo de responsabilidad e indiferencia por las consecuencias. En el machismo se valoran excesivamente las características culturales asociadas con la masculinidad y la denigración de las características asociadas con lo femenino. Ha sido por siglos una fuerte corriente en la sociedad y en la política de América Latina. Los caudillos (dictadores militares), prominentes en la historia de América Latina, han tipificado el machismo con su enfoque descarado y autoritario de gobierno y su voluntad de emplear la violencia para conseguir sus fines".

Ahora bien, esta definición hay que hacerla extensiva no sólo a América Latina sino al resto del planeta, ya que el machismo no fue una invención del trópico. Basta con recordar que George H.W. Bush, para demostrar que era un "varón" y no un "hombre débil" (como lo llamaban, o "wimp" en inglés), decidió invadir a Irak en la primera guerra del golfo y matar a cientos de miles de personas para mejorar su imagen. Su hijo, George W. Bush, se disfrazaba de "hombre Marlboro", (visión propagandística del "hombre macho") con botas y sombrero de vaquero, aunque en su vida había enlazado ni un novillo y demostró lo macho que era ordenando la invasión de dos países, dando como resultado el desangre de la economía estadounidense y millones de muertos en los países invadidos.

La ideología del machismo es tan antigua como la humanidad misma. Todas las guerras, sin excepción, han sido peleadas por hombres, entrenados para que sean "machos" y maten a otros hombres o como en Colombia, para que asesinen a hombres, mujeres y niños indefensos, como lo han confesado cantidades de paramilitares (ya sean de izquierda o de derecha).

Algunos antropólogos analizan los orígenes biológicos del machismo basándose en el hecho de que mientras los hombres pueden impregnar a un número ilimitado de mujeres (en teoría), las mujeres tienen un número limitado de hijos. Los hombres sienten que están siendo limitados en su rol de reproductores por tener que cuidar de su familia y estar unidos a una sola mujer y de ahí su enojo histórico y el desprecio por lo femenino.

Sin embargo, los orígenes del machismo se remontan a las sociedades patriarcales, y éstas no fueron un invento de América Latina. Desde la antigüedad, los hombres le dieron un "golpe de estado" a las sociedades matriarcales, las cuales eran más igualitarias y en las cuales las mujeres gozaban de un papel prominente. Las mujeres antiguas eran, como hoy, las que en su mayoría cuidaban de la prole y aseguraban la continuidad biológica del grupo tribal. Los hombres desconocían su papel en la procreación y no estaban conscientes de quiénes eran sus hijos. Con el surgimiento de las grandes religiones, las mujeres fueron degradadas de estatus, los dioses masculinos se tomaron los templos, mezquitas o sinagogas y la imagen del dios masculino que "creó el mundo a su imagen y semejanza", quedó grabada en la psiquis de la humanidad.

Es claro que todo sistema de dominación necesita una ideología de la dominación. Así como el esclavismo fue visto como algo natural por siglos, la inferioridad de la mujer fue asegurada negándole el acceso a los mismos derechos y privilegios de que gozaban los hombres. No hay que olvidar que hasta los años 50, las mujeres no tenían el derecho al voto en Colombia y que en EE. UU. este derecho apenas se obtuvo en 1920 (el primer país de América Latina en el que las mujeres pudieron votar, fue Ecuador, en 1924).

En resumen, que un presidente difunda la ideología del machismo en un país machista, donde las mujeres son golpeadas o asesinadas por sus maridos y que lo haga en una cumbre de presidentes, habla muy mal de Colombia y no sirve para los intereses del país ni de las mujeres.

lunes, 1 de marzo de 2010

Facebook en México tiene la misma población que el DF

Ocho millones de mexicanos en Facebook / Reforma

Con 8.2 millones de mexicanos registrados en Facebook, la empresa está agradecida con la aceptación que su sitio ha tenido en el País, de acuerdo con Mike Murphy, vicepresidente de ventas globales de Facebook. [Reforma]
La empresa de la red social, junto con .Fox Networks, representante de Facebook en Latinoamérica, dieron a conocer en México estadísticas del sitio, así como nuevas formas de hacer publicidad en él.
Murphy aseguró que el 58 por ciento de los usuarios en redes sociales de Latinoamerica prefieren Facebook.
Durante un evento con empresas en México, Facebook mostró cifras que indican que un usuario generalmente gasta 22 minutos en el sitio y hace más de 2 visitas diarias.
Dentro del portal se realizan a nivel global 50 millones de operaciones por minuto y estiman que cada mes se suben 2 millones 500 mil fotos y se crean 3 millones 500 mil eventos.
Además, la red social de Palo Alto, California, cuenta con un millón 600 mil páginas creadas por usuarios, celebridades y empresas.
Para Facebook, el 68 por ciento de sus usuarios prefieren comunicarse dentro de su red a través de mensajes, que hacerlo por el correo electrónico convencional.
También cuentan con 450 mil aplicaciones y un millón 600 mil ingenieros colaboran para hacer nuevas funciones.

Marketing empresarial.
La creación de eventos, grupos y encuestas son herramientas para posicionar productos y marcas de las empresas de manera gratuita dentro del sitio, de acuerdo con Murphy.
Organizaciones comerciales que se encuentren en Facebook tienen la posibilidad de mandar mensajes seleccionando a usuarios por edad, género, lugar e intereses.
Los representantes de la red social hablaron también de Facebook Connect, un conjunto de herramientas dirigidas especialmente a las compañías, donde pueden conectar a más usuarios de manera viral.
Estas herramientas permiten a las empresas, sin ningún costo, habilitar un recuadro en su sitio Web con retroalimentación de sus usuarios, hablando de sus productos y servicios en tiempo real.
Los creadores de juegos para iPhone y iPod Touch pueden incorporar Facebook para que los jugadores puedan compartir experiencias e información.
Otra oportunidad para los desarrolladores es que los usuarios pueden interactuar con sus aplicaciones y ligarlas a Facebook.
Un producto más dentro de la red social es Facebook Page, que permite a las figuras públicas tener sin ningún costo, una página especial para tener comunicación con sus seguidores, y que puedan tener acceso a sus estatus, fotos, videos y noticias.
A sus seis años de existencia, Mark Zuckerberg dueño de la red social, afirmó en su blog que anualmente hará cambios en la interfaz y agregará nuevas funciones a sus 400 millones de usuarios.

“Cada persona es el centro del universo para nosotros. No pensamos como un sitio web, sino como una gráfica social”, declaró Murphy.

jueves, 25 de febrero de 2010

Cuando sobran los jóvenes

Por GABRIELA WARKENTIN 25/02/2010
Urge retomar las Humanidades para redimensionar la dinámica global del conocimiento y delinear nuestro bien más escaso: el porvenir

Decidió un día no crecer, y no le importó. O más bien decidió no crecer porque comenzó a importarle. A veces, ante la contundencia de la realidad sólo queda convertirse en escarabajo o aferrarse a un tambor de hojalata. Fueron las ficciones de Kafka y Grass en su momento; ahora nos toca construir las propias.

La provocación la lanzó el periodista Salvador Camarena en una columna de la semana pasada. Al revisar la situación de los millones de jóvenes que hoy en día ni estudian ni trabajan (la ya famosa generación de los ni-ni, como fue calificada hace años en España y otros países que reconocen el limbo simbólico y productivo en que están atorados estos muchachos), Camarena afirma que lo que parece estar sucediendo es que sobran jóvenes (todos esos que no encuentran ubicación productiva) o "sobramos los adultos que no hemos sido capaces de construir nuevas escaleras"; escaleras, sí, para que los que nos sucedan, avancen y transformen positivamente su entorno, su sociedad, sus perspectivas y, en el fondo, sus vidas. La pregunta que lanza Camarena no es inútil; porque si reconocemos que "nos sobran jóvenes", debemos asumir el fracaso rotundo del proyecto social al que hemos apostado.

La manifestación más evidente de esta problemática es, sin duda, la de los millones de jóvenes, en México y allende, que no encuentran lugar en la educación formal (en sus diferentes niveles) y que tampoco tienen opciones laborales en un mercado retraído y transformado. Pero no se trata sólo de la falta de oportunidades, ésas tendrían solución. Lo más grave es la falta de sentido: cuando estudiar no tiene sentido, cuando esforzarse por un empleo formal no tiene sentido, y cuando el horizonte mismo dejó de tener sentido. Agreguemos un ni a los dos ya mencionados: la generación ni-ni-ni, o ni3, la que ni trabaja, ni estudia, ni le encuentra sentido. Esa pareciera ser la verdadera tragedia en que nos estamos sumiendo, porque cuando los que tradicionalmente han sido los encargados de refrescar y transformar su entorno -los jóvenes, los que vienen, los que toman la estafeta- no encuentran sentido más allá de la supervivencia, algo pudimos haber perdido de manera irremediable.

Unas palabras de Carlos Fuentes de hace unos días acompañan esta reflexión. En una conferencia, en la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México, en la que compartió apuntes sobre el futuro de la educación superior, Fuentes reparó en la necesidad de revisar el camino que va a tomar la Humanidad en el Siglo XXI, de reconsiderar la ruta que emprendemos. Y fue categórico, como lo ha sido siempre, al insistir en que nuestra Historia no ha terminado. Las dinámicas de la época en que vivimos y de las que se perfilan, nos obligarían a insistir, decía Fuentes y coincido, en la necesidad del continuo educativo, de reconocer que la educación nunca concluye. Habríamos, en este tenor, de retomar las Humanidades para redimensionar la dinámica global del conocimiento, para ser capaces de educarnos en la diversidad y para delinear nuestro bien más escaso: el porvenir. Pero, ¡alerta!, cuando hemos orillado a los reales y deseables sujetos de la educación y los hemos colocado frente a un mundo que no sienten suyo, resulta ocioso insistir siquiera en la pertinencia de este continuo educativo.

Oskar Matzerath decide no crecer. Punto. Consciente de lo que pasa, lo que fue, lo que podría llegar, se aferra a su cuerpo de niño y a un tambor de hojalata, rojo y blanco. Ruido, ruido, ruido. Le provoca hacer ruido, o su particular música metálica, para evadir, entender, recordar y narrar. Desde las dimensiones inferiores de la escala humana lo ve todo, el autoritarismo que se infiltra en esa Europa, la descomposición de individuos, familias y sociedades. En fin, lo que ya sabemos. Günter Grass en su novela, Volker Schlöndorff en su película: ese Oskar, eterno niño-adulto por decisión propia. Porque hay veces que el sinsentido termina siendo sólo absurdo.

A todos nos toca nuestra parte en esta tragedia de los "jóvenes que sobran". Ya reconocimos que la educación, por muy continua que la hagamos, dejó hace mucho de ser un mecanismo de ascenso social. Por lo tanto, no se trata sólo de tener más espacio para que todos puedan estudiar, sino de revisar lo que estamos estudiando y cómo. Ya reconocimos la transformación esencial de instituciones, como la familia, que ha modificado también el sentido de futuro, de esperanza, hasta de nación. Vaya, que tenemos bastante diagnosticado el embrollo. Lo que nos toca insistir es en que la solución no es sólo técnica. Lo que más hace falta es que seamos capaces de inventarnos una historia para que incluso estas soluciones técnicas tengan sentido. De diseñar nuestras ficciones, de construir otras escaleras. En palabras de Fuentes, urge que revisemos el camino que la Humanidad va a tomar en este Siglo XXI que se nos está acortando. Porque como bien nos recordaba Camarena, esos jóvenes que sobran son presa obvia y fácil para las historias que sí están ganando: las del crimen organizado, las de la informalidad inmediata, las de...

¿Será que un día nos daremos cuenta que otra vez permitimos que los que nacen decidan no crecer, y que ya no les importe? Ahí estarán, pedirán su propio tambor de hojalata y a golpe de un ratatatatata continuo y penetrante evidenciarán lo que dejamos de hacer, ratatatatatata. En fin. Son imágenes que llegan desde el XX e interpelan al XXI, siglo que debemos forzarnos a revisar antes de que decida terminar.

Este país te pertenece...