jueves, 21 de enero de 2010

Ir a la Universidad... ¿un lujo o un derecho?

ES UN EXAMEN PARA EL QUE HAY QUE ESTUDIAR UN AÑO /NYT
TIANJIN, China — Durante el último año, Liu Qichao se ha concentrado en sólo una sola cosa: el gao kao, o examen de nivel superior.

Liu dedicaba entre 14 y 16 horas al día a estudiar para el examen de admisión a la universidad, que este año decidirá el destino de más de 10 millones de estudiantes chinos. Cada tres semanas, se tomaba un día de descanso.

China quizás está cambiando a una velocidad vertiginosa, pero el ritual del gao kao permanece tan inmutable como los palillos chinos.

El examen, de nueve horas de duración, se ofrece sólo una vez al año y es el único factor determinante para la admisión a prácticamente todas las universidades chinas. Aproximadamente tres de cada cinco estudiantes logran aprobarlo.

Las familias hacen todo para optimizar el resultado de sus hijos. En la Provincia de Sichuan, en el suroeste de China, jóvenes estudiaban en un hospital, conectados a tanques de oxígeno, con la esperanza de mejorar su concentración. Algunas chicas toman anticonceptivos para no menstruar durante el examen. Algunos padres acaudalados les prometen recompensas fabulosas a hijos cuyas calificaciones les garanticen entrar a una universidad prestigiosa: fiestas, 100 mil yuanes en efectivo, aproximadamente 14 mil 600 dólares, o más.

También los métodos para hacer trampa son cada vez más sofisticados. Un grupo de padres les dio audífonos diminutos a sus hijos el año pasado, persuadieron a un maestro para que les enviara las preguntas por fax y luego les transmitieron las respuestas por teléfono celular. Otro padre equipó a un estudiante con un mini escáner y tenía a nueve maestros listos para proporcionar las respuestas.

Los críticos se quejan de que el gao kao ilustra las fallas de un sistema educativo que enfatiza la memorización por encima del pensamiento independiente y la creatividad. Los educadores también dicen que los estudiantes de zonas rurales están en desventaja y que la calidad de la educación superior ha sido sacrificada por la cantidad.

Sin embargo, la obsesión nacional con el examen también indica progreso. Pese a un ligero descenso este año, el primero en siete años, el número de estudiantes inscritos para tomarlo fue de 5 millones más que en el 2002.

Liu Qichao, de 19 años, planea ser la primera persona de su familia en asistir a la universidad. Alberga la esperanza de ingresar a una de las mejores universidades de China. Sin embargo, toda la familia quedó pasmada ante los resultados de su primer intento en el gao kao, en junio del año pasado.

“Estuve tan nervioso durante el examen, que mi mente se puso en blanco”, dijo. Obtuvo 432 puntos de un máximo de 750, demasiado bajo para ser admitido incluso en una universidad de segundo nivel.

El silencio imperó en su casa durante días después. “Mi madre estaba muy enojada”, contó. “Me dijo: ‘todos estos años de criarte, lavar tu ropa y cocinarte y sacas una puntuación tan mala’.
“Lloré durante medio mes”.

Entonces, la familia ideó un nuevo plan: Liu se inscribiría en un internado tipo militar en Tianjin para dedicarse exclusivamente a prepararse para el examen, que volvería a presentar este junio. Una de sus compañeras de clases, Li Yiran, de 18 años, dijo que aprendió por las malas el estricto régimen de la escuela. Cuando su teléfono celular sonó un día en clases, el maestro lo estrelló contra el radiador.

Sin embargo, ambos se sintieron animados al enterarse de las puntuaciones para su distrito. El puntaje aproximado de Liu estuvo muy por encima del que necesita para aplicar a las mejores escuelas y el de Li estaba cinco puntos por encima del de las universidades de segundo nivel.
Antes del examen, una tía de Li le advirtió que ésta era su última oportunidad para obtener un título universitario. Incluso si le suplicaba a su madre de rodillas, dijo la tía, ésta se negaría a dejarla presentar la prueba de nuevo.

Sin embargo, Li, una veterana curtida no de una, sino de dos odiseas para presentar el gao kao, tenía lista una respuesta: “Por favor. Incluso si mi madre me suplica de rodillas, yo me negaré a volver a presentarla”.

2 comentarios:

  1. Wow, incleíble las diferencias, ¿tendrá realmente resultados benéficos?
    En México regalan calificaciones con tal de subir el nivel educativo de la nación...

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  2. me han inspirado!! gracias por publicar el artículo :)

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